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Muchas son las personas que deben decidir a la hora de crear un negocio, cuál es la forma más idónea y qué es lo más conveniente para ellas, surge la duda primordial y fundamental de darse de alta como autónomo crear algún tipo de sociedad, vamos a ver ventajas e inconvenientes que supone ser empresario individual autónomo y las de una sociedad.

 

¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de ser autónomo?

 

Ventajas de ser empresario individual autónomo

Es la manera más rápida, sencilla y económica de dar de alta un negocio en una actividad económica ya sea de tipo empresarial, profesional, deportiva, artística, etc…, se mantiene el control total y la gestión de la empresa de forma directa, no es necesario un proceso previo de constitución y esta forma tiene menos gestiones y trámites legales que una sociedad, lo que abarata los costes de asesoramiento. Echa un vistazo a los tipos de autónomo que hay.

 

Inconvenientes de ser empresario individual autónomo

El patrimonio empresarial y el personal no están delimitados, de tal forma que el empresario individual autónomo responde con sus bienes presentes y futuros ante las deudas con terceros, si el empresario está casado en régimen de gananciales, puede suceder que el patrimonio del cónyuge se vea afectado por la actividad empresarial del otro, si los beneficios son altos, se paga más impuestos que con una sociedad, una  sociedad tiene una imagen más profesional ante entidades de varios tipos, no se puede contratar a familiares de hasta segundo grado de consanguinidad, ya que tienen que darse de alta también como autónomos.

 

¿Cuándo crear una sociedad siendo autónomo?

A veces se inicia una actividad y un negocio de forma de empresario individual autónomo y luego se ven ciertos aspectos en base a los cuales se recomienda constituir una sociedad, la pregunta sería, cuándo podría ser el momento en el que constituir una sociedad, la respuesta es simple, este se produciría cuando se de alguna de las siguientes circunstancias:

  • Cuando se necesiten importantes inversiones.
  • Cuando se esté generando un considerable nivel de beneficios.
  • Cuando la competencia esté formada mayoritariamente por sociedades.

En la mayor parte de las veces, al constituir una sociedad, el empresario profesional individual sigue siendo trabajador autónomo y sigue por tanto en ese régimen, pero dentro de lo que se viene a denominar “autónomo societario” y también coincide en que es administrador de la sociedad y en ocasiones socio único.

 

¿Por qué es mejor crear una sociedad?

 

  • Protección del patrimonio

Si el negocio de un autónomo sufre unas pérdidas importantes o no genera el suficiente volumen de negocio, si pide un préstamo, póliza o similar, tiene que hacer frente a las deudas y pagar con sus bienes, puede que incluso llegue a perder propiedades como la casa u otros bienes materiales. Ya hemos comentado que incluso si el autónomo estuviera casado en régimen de gananciales, el patrimonio del otro cónyuge también se vería afectado, en definitiva, un autónomo, responde con sus bienes.

 

  • Separación de lo personal y lo profesional

Un trabajador autónomo, que su negocio no va bien y no puede pagar a final de mes, acudirá a sus ahorros, reduciendo los mismos a medida de lo que necesite, no pudiendo disfrutar de ellos, ahorros que seguramente tenía destinados para otras cosas.

Por el contrario, si por ejemplo se hubiera optado por una empresa de responsabilidad limitada, las cuentas y ahorros propios personales y los de la sociedad estarían separadas, no pudiendo  pasar dinero de una cuenta a otra sin justificación.

 

  • La contabilidad es buena

Podría parecer que no llevar contabilidad es una ventaja, pero no es así, es justo lo contrario. Se puede obtener información importante de la empresa al llevar una contabilidad seria y estricta, de otra forma no se tendría esa información.

 

  • Acceso a otros recursos financieros

En una empresa se evalúa el plan de negocio, las empresas tienen acceso a otros recursos financieros, en lugar de evaluar el patrimonio y la nómina o IRPF del profesional autónomo.

 

  • Imagen de Marca & Confianza

Si en una web aparece el nombre de una persona, la imagen es menor profesional que si aparece el nombre de una Sociedad, parece una tontería, pero es así. No es lo mismo decir a un cliente que tiene que hacer una transferencia, dar tu nombre en lugar del nombre de una empresa, la imagen puede verse afectada negativamente.

 

  • Con una sociedad de responsabilidad limitada se puede arriesgar más y crecer más rápido

En una sociedad de responsabilidad limitada, si el patrimonio está protegido, se pueden asumir mayores riesgos y por lo tanto tener oportunidad de crecer más rápido. Como autónomo se mira mucho más cada una de las inversiones, y se intenta crecer menos para no arriesgar tanto. Siendo autónomo es mucho más difícil crecer.

 

  • Los proveedores

Al igual que hemos indicado antes, también podría parecer una tontería, pero los proveedores también miran de forma diferente a las empresas y a los autónomos.

Cuando dos o más personas deciden asociarse para emprender en común un negocio y un proyecto empresarial, es necesario crear algún tipo de sociedad. Siempre existe la opción de crear una sociedad limitada o anónima unipersonal en la que el 100% del capital social está en manos de un único socio o propietario.

 

¿Cuándo deberíamos crear una sociedad?

Se recomienda crear una sociedad en el momento en que se de alguna de las siguientes circunstancias:

  • La empresa necesite inversiones. En ocasiones por ejemplo para conceder una subvención se puede exigir la creación de una sociedad.
  • El negocio esté generando un considerable nivel de beneficio.
  • El negocio genere una deuda con entidades financieras o proveedores considerable, con una sociedad se protege el patrimonio personal ante posibles situaciones de insolvencia.
  • La competencia esté formada mayoritariamente por sociedades. Las sociedades transmiten una imagen de más confianza.
  • Si alguno de tus clientes es la Administración, en muchas ocasiones los concursos de licitación están restringidos a sociedades.
  • Cuando la actividad de la empresa esté sujeta a una normativa específica que obligue a adoptar una forma societaria.

Ya seas autónomo o sociedad, siempre recomendamos tener contratada una gestoría para autónomos o asesoría general. La casuistica es enorme en este área de la empresa. Por lo tanto, es mejor contar con la ayuda de profesionales.